lunes, 6 de julio de 2015

Plantas y flores en el Pasaje Santa Rosa


Cuando dejó su cargo en la prefectura de White don Teófilo se fue a vivir a la capital federal. Tenía su residencia en el pasaje Santa Rosa, en Palermo, a poca distancia del Jardín Botánico. Desde la casa hasta la puerta de calle había un senderito bordeado de flores y plantas.
Don Teófilo, casi todas las mañanas, iba a sentarse a las plazas cercanas y llevaba los matutinos que leía con atención durante varias horas. Y además llevaba un cuchillo con el que solía "levantar" algunas plantitas, sin depredar, sin dañar, más bien conservando las especies, bastante descuidadas en los jardines botánicos y plazas de la zona, y las sembraba en su casa.

La calle Maipú era muy angosta. Lo sigue siendo. Tiempo atrás circulaban por su angostura los viejos tranvías que dieron a Buenos Aires una fisonomía propia y peculiar. Por Maipú pasaban tranvías. Y como había estacionamiento a la derecha, entre el paso del armatoste de hierro y madera y los coches estacionados apenas pasaba, con talco, un coche más. A la altura del 500, entre Tucumán y Lavalle, la vía estaba tan cerca de la vereda que al pasar el tranvía ocupaba parte de la acera. Por allí andaba Salustio una mañana cuando un tranvía lo golpeó. Lo golpeó duro y lo arrojó contra la pared. Fue un golpazo.
Se recuperó después de varias semanas de reposo y medicación. Pero no pudo reponerse totalmente. Es posible que las consecuencias de aquel porrazo le hayan provocado lesiones que derivaron en su muerte poco después. Tenía ochenta años. Una calle del puerto lleva su nombre.


Extraído de "Historietas Whitenses", de Ampelio M. Liberali. Museo del Puerto. Edición de la Cocina del Puerto de Ingeniero White. Bahía Blanca. Octubre de 1994; p. 20.

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