lunes, 26 de octubre de 2020

Los avivados de siempre

 Los hermanos Milozzi eran tipos muy honestos y de gran inocencia. Más de una vez aparecieron allí algunos muchachones sin escrúpulos que comían y bebían bien. A la hora de pagar le decían al mozo:

- Nos vamos, eh ¡Paga Mongo...!

- Está bien -decía el ingenuo patrón y se quedaba esperando que algún día apareciera el Mongo Paganini...


Extraído de "Historietas Whitenses", de Ampelio M. Liberali. Museo del Puerto. Edición de la Cocina del Puerto de Ingeniero White. Bahía Blanca. Octubre de 1994; p. 39.

lunes, 12 de octubre de 2020

Casas de comida, pero no cantinas

 Hubo muchas casas de comida en White. No eran cantinas. Se las solía llamar fondas pero algunas eran restaurantes de muy buena calidad. En este repaso por los tiempos idos no vamos a recordar todas las que alimentaron a una población heterogénea y voraz como correspondía a gente de trabajo duro y viril, porque la lista nunca resultaría completa. Pero un repaso más o menos superficial incluiría entre muchas otras a la de los hermanos Milozzi, la Italo Argentina, de Carlos S. Camagni; la de Tamarisco Verde, pegadita a la cancha de pelota de la calle Harris; la del Gordo Ciampichini, en Harris y Plunkett, frente a la zapatería de Berdini; la cafetería de Joaquín Lemus en Mascarello y Harris...

Extraído de "Historietas Whitenses", de Ampelio M. Liberali. Museo del Puerto. Edición de la Cocina del Puerto de Ingeniero White. Bahía Blanca. Octubre de 1994; p. 39.