lunes, 13 de mayo de 2019

El Rengo Félix

La costumbre de poner motes a todo el mundo debe ser universal. El "Gordo González", el "Pelado Fernández", el "Flaco Araya", el "Rengo Félix..." Era capataz en el muelle y usaba un sombrero, chambergo, similar al que fue característico de Alfredo Palacios, el primer diputado socialista de la Argentina.
Estaba emparentado con la familia de Aguedo Ursino y en la casa de Mascarello y Cárrega, donde vivía la familia, tenían una especie de plataforma de madera que utilizaban como puente sobre la zanja para entrar un auto. Durante una inundación de aquellas tan frecuentes y caudalosas la plataforma comenzó a flotar. Tulio Angelozzi, los "Ofos" Natali, el Cholo Gaggiotti y otros pibes atorrantes navegaban el bote improvisado y se tiraban al agua... Don Félix se enojó.

Era capataz en el puerto y cuando en el pique "hacía la gente", se voz de mando era un rito: Al elevador tres, ¡tres cuchillos...!

Se cuenta que en un tiempo vivió a una cuadra del local que se llamó, despectivamente, "La Cueva del Chancho". Una noche la Cueva del Chancho se incendió. Era en invierno, una noche de escarcha. Félix oyó el estallido de la bomba anunciando el fuego. Trató de levantarse para ayudar, pero el frío lo acobardó. Tocó la pared de su vivienda de madera. Estaba fría. Siguió durmiendo.
A la mañana cuando se levantó vio que el incendio había sido a cincuenta metros de su cama.


Extraído de "Historietas Whitenses", de Ampelio M. Liberali. Museo del Puerto. Edición de la Cocina del Puerto de Ingeniero White. Bahía Blanca. Octubre de 1994; pp. 30 y 31.