lunes, 23 de octubre de 2023

La guadagnanza di Carlolanza

 Cuenta la leyenda que Carlolanza era un práctico del puerto, con mucha experiencia y conocimiento del mar y de la ría. En una oportunidad debió amarrar un buque y se necesitaban dos remolcadores. Pero el hombre no era demasiado generoso y con el propósito de ahorrar unos pesos empleó uno solo. Consecuencia nefasta: "se tragó" el muelle de hierro. Debió pagar los gastos. Fue entre 1925 y 1930. Por eso, cuando sale mal un negocio, se suele decir que "Ha fatto la guadagnanza di Carlolanza".

Carlolanza era propietario de un conventillo de la calle Rubado, muy cerca de la estación Garro. Allí vivió un tiempo el celebérrimo Camisalonga.

Ramón Pérez Fontán es uno de los médicos más queribles de Ingeniero White y la zona. Poco después de recibir su diploma y ya instalado en el pueblo, si lo llamaban del Boulevard XX cruzaba el puente y desde allí, a caballo, entre el barro y el salitre, iba a la casa del enfermo. La mayoría de las veces, gratis. No se enoje, doctor. Es verdad. (Recuerdos de Marconi).


Extraído de "Historietas Whitenses", de Ampelio M. Liberali. Museo del Puerto. Edición de la Cocina del Puerto de Ingeniero White. Bahía Blanca. Octubre de 1994; p. 58.

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