lunes, 30 de agosto de 2021

Un turco con apellido español

 Llama la atención que haya una familia a la que se la conoce sin reparos como la del turco Pérez. Hasta se llega a suponer que se trata de un matrimonio de una emigrante turca y un español radicado en el país. Pero no. Eran turcos los dos, padre y madre.

Cuando el hombre llegó al país apenas conocía unas pocas palabras de español. Cuando le preguntaron su nombre, antes de descifrarlo letra por letra -no era sencillo...- decía: Espere... espere..., con la idea de que no lo apuraran, porque si bien no había neblina, el turco andaba perdido... El tipo del registro, al oír lo de "espere..." le dijo: Vos te llamás Pérez...

Y así quedó la cosa. Los descendientes de aquel turco recién llegado, con el miedo de los extranjeros, con la desconfianza que inspiraba un recibimiento antipático, callaron su bronca y resignaron su apellido original. No es el único caso. Muchos emigrantes de aquella tierra lejana llevan nombres comunes aquí: José, Jorge, Antonio, como apellidos. Ignorancia de quienes ejercían funciones burocráticas. Y en algunos casos, mala fe.


Extraído de "Historietas Whitenses", de Ampelio M. Liberali. Museo del Puerto. Edición de la Cocina del Puerto de Ingeniero White. Bahía Blanca. Octubre de 1994; pp. 41 y 42.

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