lunes, 22 de junio de 2015

Casi se ahoga

José Santos, más conocido en el ambiente con el mote de el andaluz, era un personaje pintoresco y sentimental. Todo el mundo lo apreciaba porque era buen tipo y servicial "pa' lo que guste mandar". Se sabe de dos veces que estuve a punto de ahogarse. Se salvó porque a último momento siempre hubo alguien que le tiró un cabo.
Cuenta Roberto Pardo que en una oportunidad había varios muchachos bañándose en las tranquilas aguas del puerto, cuando apareció, con gran entusiasmo, el andaluz. Lo vieron desvestirse y arrojarse al agua al mejor estilo Tarzán. Pero de pronto advirtieron que hacía gestos desesperados, daba manotazos como las aspas aceitadas de un molino y se hundía... En un principio creyeron que se trataba de una broma. De mal gusto, pero broma al fin. Y reían de lo bien que estaba representando su papel de ahogado. Pero no era broma. No sabía nadar y se había arrojado peligrosamente. Lo sacaron.

Extraído de "Historietas Whitenses", de Ampelio M. Liberali. Museo del Puerto. Edición de la Cocina del Puerto de Ingeniero White. Bahía Blanca. Octubre de 1994; p. 14.

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