lunes, 18 de mayo de 2015

La vez que cambió de disfraz


Después de muchos años de hacer su reiterado papel de Camisalonga, decidió cambiar el hábito blanco por otro negro y se disfrazó de cura. Los chicos lo seguían por la calle y en esta ocasión no llevaba el artefacto enlozado sino que repartía alguna medallita.
El párroco de White se enojó. Dijo que era una burla a la Iglesia. Camisalonga terminó en cana.
Su espíritu alegre no se inmutó. Siguió siendo un cómico de vocación. Y pasado el carnaval volvía al pique, esperando que el capataz, chapa en mano, dijera lo de casi todos los días: Nicola Caputo... ¡a la bodega del uno!
 
Extraído de "Historietas Whitenses", de Ampelio M. Liberali. Museo del Puerto. Edición de la Cocina del Puerto de Ingeniero White. Bahía Blanca. Octubre de 1994; p. 7.

No hay comentarios:

Publicar un comentario